Con el tiempo el líquido anticongelante de un vehículo pierde sus propiedades y debe ser sustituido.
El circuito de refrigeración de un vehículo permite desplazar la energía térmica que se origina en la cámara de combustión del motor durante su funcionamiento hacía un circuito de tuberías por las que circula líquido refrigerante con el fin de reducir la temperatura en el motor. El líquido pierde el calor absorvido forzando la circulación hacia el radiador.
Salvo en caso de necesidad por avería, el agua no es adecuado por el riesgo de corrosión y congelación en invierno. El circuito de refrigeración debe rellenarse con líquido anticongelante, que además de su función anticongelante también actúa como refrigerante del motor y anticorrosivo del circuito. De hecho en verano el uso de anticongelante es también muy adecuado porque su temperatura de ebullición es superior a la del agua, con lo que soporta mejor las altas temperaturas que se producen en el motor.
Con el tiempo este líquido pierde sus propiedades y debe ser sustituido. No existe una periodicidad exacta para sustituir el anticongelante de un vehículo, pero una recomendación razonable es cambiarlo al menos cada 2 años o 40.000 Km., para garantizar su conservación y funcionamiento en perfecto estado.
Si el líquido del circuito de refrigeración ha perdiod sus propiedades y debe ser sustituido, bien por llevar ya mucho tiempo o por sucesivas adiciones de agua, lo mejor es vaciar completamente el circuito y añadir nuevo anticongelante. Aunque la tarea no es muy difícil, siempre es recomentable contar con un profesional de confianza.
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